Las vacaciones con niños vuelven a ser un tema de reflexión para muchas familias cuando hay puentes o días libres. ¿Qué hacer con los más pequeños de la casa mientras cuentan con unos merecidos días de reposo escolar? Dentro de las distintas opciones disponibles, los planes saludables son la mejor opción para cuidar de la salud de todos. ¡Te damos unas ideas interesantes!
Vacaciones con niños: planes saludables al aire libre
Una de las mejores maneras de que una persona desarrolle afición por el deporte y la vida sana es incentivarlo desde la infancia. Los niños llevan varias semanas sin parar, con muchas horas sentados en el pupitre y estudiando en casa. Ahora les toca cambiar de ritmo y desconectar, de modo que la actividad física les vendrá especialmente bien. Ademas, también se fomentan las habilidades sociales si hay otros niños implicados en estos planes.
Las vacaciones con niños ofrecen un abanico que combina diversión con salud y familia. Un ejemplo rotundo está a apenas unos minutos en coche, ya que alejarse de las ciudades es el primer paso para desoxidar cuerpos y almas. Tanto si es playa como montaña, campo o zonas rurales, abandonar el asfalto, el estrés y la rutina sirven para que los menores se relacionen con la Naturaleza y disfruten de planes saludables: rutas por la montaña, senderismo, un día en la nieve o paseos por la playa para no dejar de moverse en vacaciones.
Acompañar estas excursiones con una alimentación variada, con piezas de fruta y agua en la mochila, sirve asimismo para educar a los niños. Llevar una vida sana mezcla tanto deporte como dieta. Si la idea de las vacaciones con niños no incluye movimiento, invertir el tiempo libre en dar una vuelta en bicicleta, un paseo o una buena sesión de deporte familiar benefician tanto a padres como a hijos.
Vacaciones con niños: planes saludables bajo techo
Una de las cuestiones que se deben tener en cuenta es la climatología, ya que puede cambiar mucho la hoja de ruta elegida. Una posibilidad es que la lluvia agüe nuestra agenda vacacional exterior y sea necesario recurrir a actividades a cubierto. ¡Tampoco es el fin del mundo! Os mostramos planes sotechados que gustarán tanto a grandes como a pequeños.
Las vacaciones con niños exigen flexibilidad y cintura para saber adaptarse a esas circunstancias tan inesperadas como imprevisibles. El deporte no es incompatible con la lluvia o el frío gracias a los pabellones o los polideportivos, donde el tenis, el pádel, el fútbol y casi cualquier disciplina de los Juegos Olímpicos se pueden llevar a cabo sin problemas.
Los centros comerciales, a pesar de que a nivel de actividad física no son la más indicada de las recomendaciones, ciertamente ofrecen opciones de ocio que ayudan a invertir esa tarde libre en la que el clima impide excursiones o alternativas más movidas. En caso de apostar por una de estas grandes superficies, un buen consejo es vigilar que sean espacios cardioprotegidos, con un desfibrilador disponible para atender posibles emergencias cardíacas. La cardioprotección, cómo no, se amplía a toda área, abierta o cerrada, en la que se reúna un volumen elevado de personas, así que un centro comercial no es excepción.
Todas estas actividades con niñospueden complementarse con unos días de alimentación variada, sin caer en el capricho de la comida rápida, en la que los menores incluso se impliquen en la cocina y se les demuestre en persona los beneficios de una dieta saludable. Las vacaciones con niños son, por tanto, un momento ideal para educarlos en la vida sana y deportiva mientras se relajan y recobran energías antes de volver al colegio y seguir estudiando hasta el anhelado verano.