Comienza la temporada de verano y con ello los temidos ahogamientos. El pasado año lamentablemente fue uno de los más trágicos en los últimos 2 años, con 375 fallecidos por ahogamiento en el periodo que comprende entre enero y septiembre. Para paliar estas cifras y poder salvar la vida de una persona, te contamos los pasos a seguir si nos encontramos ante una persona que ha sufrido un ahogamiento.
· Actuar solo si estamos protegidos
Cuando vamos a rescatar a una persona en el agua lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que nuestra vida no corre peligro.
Si el entorno es complicado lo mejor será pedir ayuda urgente a los servicios de emergencia. Si por el contrario el entorno es seguro, podemos ayudar a la persona sacándola del agua con precaución y boca arriba, si tenemos algún elemento prevención como chalecos salvavidas los usaremos.
Una vez sacado del agua, lo apoyamos sobre una superficie plana para comprobar su estado y pedimos ayuda (personal de socorrismo, servicio médico 112…)
· Comprobar si está consciente y si respira
Le hablamos y le provocamos dolor para ver si responde a estímulos, tras ello comprobamos si respira o no observando si hay movimiento en su tórax o si apreciamos aliento de su boca o nariz. Si está inconsciente y respira con normalidad, le colocamos en la posición lateral de seguridad para prevenir que ingiera vómito o que se obstruya la vía aérea.
*Debido al peligro de transmisión por contagio de COVID-19 las autoridades sanitarias han hecho algunas modificaciones en el protocolo de actuación.
Mientras siga habiendo contagios por coronavirus, se recomienda que víctima y rescatador cuenten con una mascarilla. Comprobaremos si la víctima respira observando el movimiento de su pecho, guardando cierta distancia, sin manipular en ningún caso las vías aéreas.
Si comprobamos que no respira, iniciamos de inmediato la reanimación cardiopulmonar, conocida por las siglas RCP. Con las manos entrelazadas y los brazos completamente estirados, apoyamos el talón de la mano y realizamos compresiones en el tórax de la víctima, hundiendo unos 5 cm y a un ritmo de 100 compresiones por minuto. Para marcar el ritmo podéis guiaros de canciones como ‘la macarena’.
Lo recomendado es combinar 30 compresiones y dos ventilaciones. Las ventilaciones se realizan inclinando ligeramente la cabeza hacia atrás para abrir la vía aérea, hacemos una ‘pinza’ en la nariz y expulsamos aire en la boca de la persona para realizar una oxigenación. Estas ventilaciones son recomendadas si disponemos de mascarilla o si conocemos a la víctima para prevenir infecciones, si no continuamos con las compresiones torácicas sin parar.
Si la víctima del ahogamiento es un menor de 8 años, recordad que realizaremos previamente 5 ventilaciones de rescate y después seguiremos con las 30 compresiones – 2 ventilaciones. Dependiendo nuestra fuerza y el tamaño del niño/a, usaremos una mano o dos para las compresiones.
· Solicitar un desfibrilador
En muchas playas, piscinas o zonas turísticas suele haber desfibriladores para actuar ante estas emergencias cardíacas. Si tiene el cuerpo mojado, mientras le realizan la RCP debemos secar su cuerpo, no podemos colocar un desfibrilador en un cuerpo mojado ya que le proporcionará descarga eléctrica.
Al encender el desfibrilador comprobaréis que su uso es muy sencillo e intuitivo. El desfibrilador da las instrucciones a seguir e incluso ofrece ayuda para marcar el ritmo de la RCP. Llegará un punto en el que tras colocar los parques según indica el dibujo, el desfibrilador analizará mediante electrocardiograma si la víctima necesita o no la descarga eléctrica, nunca la proporcionará si no es necesario.
Si estamos en una zona donde no hay equipo desfibrilador, continuamos con la RCP hasta que lleguen los servicios de emergencias. Estas maniobras de reanimación pueden llegar a agotar al reanimador, pero llegados a ese punto se pueden realizar relevos con otra persona sin parar el ritmo.
Este año uno de los requisitos de las playas con bandera azul es que éstas dispongan de desfibriladores. La prevención en entornos acuáticos es muy importante para evitar que se repita un verano igual de trágico que el de 2017. La mayoría de los ahogamientos del pasado año se produjo en zonas sin vigilancia.
Desde Proyecto+Vida os recomendamos estos consejos para prevenir ahogamientos e incidentes en entorno acuático. ¡Comparte y difunde!