En verano aumentan los casos de golpe de calor debido a las altas temperaturas, un trastorno que sufre nuestro organismo cuando la temperatura corporal asciende de forma considerada. Este exceso de calor puede ser muy peligroso e incluso en los casos más graves, provocar una parada cardiorespiratoria.
El golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta hasta más de 40 grados debido a una exposición prolongada al sol, que puede provocar fallos en los órganos. Los síntomas más comunes que nos avisan que hay que evitar la exposición son: mareos, náuseas, vómito, pérdida del conocimiento, convulsión, y en casos muy graves, una parada cardiorespiratoria.
Para evitar esta situación es muy importante la prevención, especialmente en ancianos y niños, cuyos organismos tienen mayor dificultad para regular la temperatura corporal.
¿Cuáles son las recomendaciones para evitar un golpe de calor?
1. Evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en las horas de riesgo, entre las 12 y las 17 horas, que es cuando la radiación solar es mayor.
2. Cubrir la piel con ropa ligera, gorras, sombreros y usar gafas de sol. Además de protegernos de quemaduras evitamos un exceso de calor sobre el cuerpo.
3. Evitar las comidas pesadas, que son de difícil digestión y aumentan la temperatura.
4. Muy importante, ingerir abundante agua, beber frecuentemente para mantenernos hidratados, especialmente el grupo de riesgo compuesto por ancianos y niños.
5. Si tenemos síntomas de mareo o malestar, hay que buscar un lugar fresco y sombrío
Si nos encontramos con una persona con golpe de calor, debemos socorrerla y aplicar conocimientos de PRIMEROS AUXILIOS básicos:
1. llamar al 112 o servicios de emergencias correspondientes e indicar que acudan con una ambulancia medicalizada
2. Colocar a la persona en un lugar sombrío y fresco
3. Si está consciente, darle agua fresca a pequeños sorbos, y de forma constante. Si está inconsciente, esto no lo debemos realizar por un posible atragantamiento.
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