Cuándo nos preguntamos la edad que tenemos, tardamos pocos segundos en dar una respuesta, sin embargo si la pregunta fuese ¿Cuál es la edad de tu corazón? Entonces tendríamos nuestras dudas a la hora de responder.
La edad del corazón puede ser muy diferente a nuestros años de vida y nos puede dar una pista de la probabilidad que tenemos de sufrir un ictus o enfermedades cardiovasculares.
Diferentes causas como el tabaquismos, el colesterol alto, la hipertensión afectan de manera muy negativa al corazón y provocan gran parte de las enfermedades cardiovasculares. Por poner un ejemplo, una persona con hipertensión de 40 años que fume y tenga niveles de colesterol LDL elevados puede tener el corazón de alguien de 63.
Para concienciar sobre este tema y los riesgos cardiovasculares, la Fundación Española del Corazón y Cardio Alianza junto a Fede y la Fundación Hipercolesterolemia Familiar han desarrollado una calculadora online para que las personas pueden calcular desde sus casas la edad de su corazón:
La gran vulnerabilidad del corazón se encuentra en las arterias coronarias, su movimiento y su funcionalidad depende de que estas “tuberías” que alimentan al corazón, estén sanas. Estas “tuberías”, al hacernos mayores, desarrollan placas de colesterol que se calcifican, y se estrechan, por ello el corazón envejece. Si a ese envejecimiento natural le añadimos tabaco, hipertensión y altos niveles de colesterol, el proceso se acelera y las tuberías se estrechan más rápido, envejeciendo antes. Apunta el responsable de cardiología de Vall d’Hebron.
¿Cómo calcular la edad de tu corazón?
La calculadora pide que introduzcas de determinados datos para poder dar un resultado lo más aproximado posible. Estos son tratados como variables y serán la base del cálculo.
Hay que recordar que existen hábitos, como fumar o el sedentarismo, que le suman años al corazón. Otros como, por ejemplo, hacer ejercicio y comer poca sal ayudan a que el corazón se mantenga fuerte y en plena forma.
Los antecedentes familiares son una parte muy importante de este estudio, ya que está comprobado que aquellas personas con padres o abuelos con enfermedades cardíacas tienen mayores probabilidades de sufrirlas también.
Consejos para tener un corazón sano
Los buenos hábitos son esenciales para vivir con un corazón más sano. Reducir los riesgos de padecer alguna cardiopatía pueden parecer sencillos, pero depende de nuestro compromiso.
Aunque no lo parezca a simple vista, los pequeños hábitos, pueden hacer la diferencia entre tener un corazón sano o padecer una enfermedad cardiaca.
Más allá de los aspectos que no podemos modificar (sexo, edad, herencia, etcétera), merece la pena hacer el esfuerzo y llevar una vida más saludable en favor de cuidar este músculo tan importante.
Seguir una dieta equilibrada, no solo rica en frutas y verduras sino también baja en grasas saturadas. Así como realizar al menos 20 minutos de ejercicio diario, eliminar completamente el tabaco y reducir la ingesta de alcohol a situaciones anecdóticas, es la base para que nuestro músculo principal siga funcionando con una salud de hierro.