Cuando sometemos a nuestro cuerpo a un sobre esfuerzo, es imprescindible escuchar y sentir cómo éste va respondiendo. Los especialistas recomiendan hacer un seguimiento de determinados valores. El índice de Ruffier permite evaluar la adaptación del corazón al esfuerzo, mientras el índice de Dickson permite evaluar la capacidad del corazón para recuperarse después de un esfuerzo.
El test de RUFFIER – DICKSON:
· Túmbate boca arriba, durante un minuto y tómate el pulso. Apunta el resultado como P1.
·Levántate y realiza 30 sentadillas durante 45 segundos, con los pies alineados con los hombros y mira al frente. Al terminar, comprueba de nuevo tu frecuencia cardíaca, nada más terminar y sin hacer otra acción. Anota el dato como P2.
·Túmbate otra vez y reposa durante un minuto, vuelve a hacer el ejercicio y tómate el pulso. Este será el P3.
·Aplica la siguiente fórmula:
Índice de Ruffier = (P1+P2+P3) – 200 / 10
Índice Dickson = (P2 – 70) + 2 (P3-P1)/10
Estos son los índices a evaluar:
ÍNDICE DE RUFFIER
Índice < 0 = muy buena adaptación al esfuerzo
0 < índice < 5 = buena adaptación al esfuerzo
5 < índice < 10 = adaptación media al esfuerzo
10 < índice < 15 = adaptación insuficiente al esfuerzo
15 < índice = mala adaptación al esfuerzo – es necesario realizar un chequeo complementario
ÍNDICE DE DICKSON
Índice < 0 = excelente
De 0 a 2 = muy buena
De 2 a 4 = buena
De 4 a 6 = media
De 6 a 8 = baja
De 8 a 10 = muy baja
10 < índice = mala adaptación
Los ejercicios cardiovasculares permiten mejorar la adaptación del corazón a los esfuerzos físicos; correr en cinta, los deportes de bicicleta o el remo son recomendados por los entrenadores. El mantener un entrenamiento continuo de 45 minutos, a un ritmo constante y moderado, con una frecuencia cardíaca máxima que oscile entre el 70%, también puede ayudar a que nuestro cuerpo se adapte mejor a los sobre esfuerzos.