Practicar deporte es beneficioso para la salud, sobre todo reduce el riesgo cardiovascular, sin embargo el exceso de ejercicio también puede provocar lesiones ¿Cuáles son las pruebas médicas que se recomiendan para un deportista no profesional?
La cantidad de oxígeno en sangre (O2) es el indicador que más varía en nuestro organismo cuando experimentamos alguna actividad física. El oxígeno llega a los tejidos musculares para satisfacer las necesidades metabólicas, a su vez que el pulso se acelera y provoca cansancio y fatiga. Este varía en función de nuestra capacidad cardiorespiratoria, íntimamente relacionada con el consumo máximo de oxígeno (VO2max), que puede determinarse mediante la conocida como ‘prueba de esfuerzo cardiopulmonar’ o CPET.
Concienciación de la salud cardiovascular
Los deportistas amateurs están cada vez más concienciados con la salud cardiovascular y han asimilado que su capacidad física está íntimamente ligada a su capacidad física. Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud de 2017, en España más de un tercio (38,3%) de la población por encima de 15 años permanece sentada la mayor parte de la jornada, sin embargo al compararlo con las cifras de la cuesta realizada en 2011 el porcentaje, donde el porcentaje era del 41%, la tendencia parece esperanzadora. Las últimas cifras las ha publicado la marca de material deportivo, ASICS, según la cual en España el 32% de la población hace más deporte que antes de la pandemia.
No cabe duda que la población está concienciada de la importancia y beneficios de realizar ejercicio diario, la cuestión es: ¿Conocen la importancia de hacerse pruebas de esfuerzo para controlar su salud cardiovascular? Si atendemos a las distintas informaciones publicadas, es cierto que el deportista amateur no tiene nada fácil conocer qué pruebas debe realizarse para hacer un seguimiento de la salud de su corazón.
OBJETIVOS DE LA PRUEBA DE ESFUERZO CARDIOPULMONAR (CPET).
Las pruebas de esfuerzo cardiopulmonar determinan el consumo máximo de oxígeno VO2max y condición física del deportista, es decir, su nivel de capacidad. Es un método de evaluar objetivamente el impacto de las intervenciones terapéuticas y detectar la coexistencia entre una cardiopatía isquémica, enfermedad cardiovascular periférica e hipoxemia arterial. La prueba determina entre respuestas normales y anormales al ejercicio, así como los factores que contribuyen a la disnea y a la limitación de ejercicio.
Las pruebas de esfuerzo son de vital importancia para los deportistas, tanto profesionales como amateurs, siempre que se haga en un centro especializado y de la mano de un especialista. No solo informa sobre la salud y el estado del corazón del corredor, si no también aporta datos que ayudan a diseñar un entrenamiento adecuado y a medida para obtener un máximo rendimiento. Ahora bien, no debemos caer en el error de que realizar una prueba de esfuerzo es una carta blanca para practicar cualquier tipo de ejercicio. La atención sobre la salud debe ser constante y acudir a un especialista médico de inmediato en caso de notar; por ejemplo, pinchazos en el pecho, mareos, etc.