Empezar a correr o a hacer running

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Ahora ya no se corre, o hacemos running o jogging. El éxito de este deporte es porque resulta accesible a todas las personas, sólo necesitas un calzado apropiado, una ropa adecuada y sobre todo motivación.

Puedes practicarlo al aire libre o en un gimnasio sobre de una cinta de correr. Tampoco es necesario una gran inversión en material, de hecho lo único que son imprescindibles son tus piernas listas para recorrer algunos kilómetros.

Si con la llegada del buen tiempo te estás planteando empezar a correr, te planteamos cuatro consejos sencillos, pero que te darán el empujón que necesitas. Por último, hablaremos sobre el running para asegurarte de que se trata del deporte que realmente va a suponer un beneficio para tu salud.

Consejos para empezar a correr:

1- ¿Cómo empezar a correr?

Cuando empezamos a correr puede ser todo un éxito o un fracaso. En función de la actitud e intensidad con la que empieces. Si no has corrido nunca, lo recomendable es que empieces caminando y alternes con ritmos más rápidos cada 5 minutos, así durante 30 minutos hasta 1 hora, tres días en semana como mínimo.

Una vez tu cuerpo y mente se haya concienciado, puedes comenzar a correr con tiempos más prolongados, combinando tramos con carreras a un ritmo más acelerado.

2- Procura estirar siempre con moderación

Al igual que antes de empezar la carrera tienes en cuenta los kilómetros, el recorrido, el ritmo que quieres llevar, al acabar la actividad física tienes que estirar. Sin embargo, en los estiramientos no todo vale, debes estirar de una forma adecuada, sin forzar y con las posturas adecuadas.

3- Descansar también es importante

Es muy frecuente que cuando nos planteamos salir a correr no nos demos tregua. Queremos mejorar cada día y sentir que nuestros cuerpo reacciona positivamente. Sin embargo, para asimilar correctamente el entrenamiento, evitar lesiones y beneficiarnos, es importante descansar y no hacer entrenamientos más de dos días seguidos.

5- Correr acompañado

Te propones empezar a correr y amigos y/o familiares te animan a que lo hagas con ellos. Es una forma de motivarte muy estimulante y divertida, un empujón para empezar que ayuda a integrar el hábito de salir a correr. Pero, a veces supone un problema porque pretendemos seguirles el ritmo y, hay que ser consciente que cada persona tiene el suyo y no puedes obligarte a ir al de los demás. Si lo haces, puedes acabar abandonando porque al no tener el mismo nivel, puede llevarte a la desmotivación y el cansancio. Si sales acompañado, que ellos sigan tu ritmo o que cada uno siga el suyo propio.