Cuántas veces hemos escuchado la expresión «Me rompieron el corazón”, pues no solo es una manera de dramatizar una situación sino que en el fondo es una situación que puede estar provocada por estrés en el corazón.
Cuando un corazón está sufriendo un infarto, los sanitarios llaman a ese cuadró médico «síndrome del corazón roto». Sin embargo, cuando someten a la persona a dichas pruebas no padece un infarto, es una miocardiopatía por estrés.
¿Cuáles son sus síntomas?
Fuertes angustias, el fallecimiento de una persona cercada e incluso su recuerdo, accidentes traumáticos, separaciones por divorcios o personas queridas, discusiones y situaciones de tensión pueden desencadenar una serie de reacciones físicas.
Los síntomas se presentan como un dolor opresivo en el pecho que puede irradiar a la zona de la garganta, mandíbula, espalda y brazos, dificultades para respirar y sudoración fría. Se puede llegar incluso al desfallecimiento por parada cardíaca o muerte súbita.
¿Qué dicen los expertos?
La fundación Española del Corazón señala que pueden producirse complicaciones graves en uno de cada cinco casos, aunque son episodios que mejoran después de las 72 horas.
Tampoco aparecen lesiones coronarias según la Fundación, sin embargo Sí que se producen episodios de insuficiencia cardíaca. El desmesurado estrés se atribuye a que se produce la liberación repentina de grandes dosis de catecolaminas, unas sustancias similares a la adrenalina que, a dosis muy altas, tienen un efecto tóxico sobre el corazón.