Nueve de cada diez personas en todo el mundo respiran un aire que no es seguro para la salud, según los límites marcados por la OMS
Si la Organización Mundial de la Salud es uno de los organismos en el que más confiamos los ciudadanos, y en esta ocasión los datos que lanzan son estremecedores: la contaminación del aire mata cada año a siete millones de personas, de las que 1,5 millones corresponden a enfermos del corazón (25%) y 1,4 millones hace referencia a casos de ictus. Acabar con la contaminación es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la sociedad sobretodo de países desarrollados y la propia OMS lo ha calificado como el “nuevo tabaco”.
Las partículas que se suspenden en el aire, ya sean sólidas o líquidas, son los productos contaminantes que tienen un mayor impacto en el medio ambiente, sobre todo las que miden menos de 2,5 milimicras. En ese grupo se encuentra el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre. En reglas geenrales. todas estas sustancias vician el aire, haciéndolo insalubre y peligroso. Su paso a la sangre, a través de la barrera alveolar, favorece el desarrollo de cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias graves que pueden generar en parada cardiocirculatoria, ictus, tromboembolismo pulmonar y sistémico, etc.
Tenemos que frenar la contaminación
El doctor Palma recuerda que “la enfermedad coronaria y el ictus representan el 80% de todas las muertes debidas a la contaminación ambiental, de manera que poner soluciones a nuestros hábitos y formas de vida es de vital importancia. Según algunos estudios que cita la Sociedad Española de Cardiología, los vehículos a motor son responsables de entre un 70 y un 80% de la contaminación por partículas en suspensión, lo que afecta directamente sobre la salud de la población. Este dato afecta cada vez más a la población y parece que remueve conciencias, de ahí que las alternativas de mobilidad urbana estén en auge, como son los patinetes eléctricos, los coches eléctricos y alquilados por horas, compartir medio de transporte, etc.
Esta estadística muestra el número de cigarrillos consumidos equivalente a pasar un periodo de cuatro días en determinadas capitales europeas como consecuencia de la mala calidad del aire en 2018. Las capitales europeas con peor calidad del aire fueron Estambul y Praga. Pasar un fin de semana largo en cualquiera de ellas equivaldría a fumar un total de 4 cigarrillos.
Los vehículos más contaminantes son los que cuentan con motores diésel antiguos, los que no están provistos de catalizadores selectivos. Limitar y acabar con el tráfico rodado de esos vehículos es una de las soluciones y el Gobierno se basa en esos datos para poner fecha al fin de las ventas de vehículos contaminantes oara dentro de unos 20 años.
El 93% de la población española respira un aire que excede los límites considerados como peligrosos y por lo tanto la salud cardiovascular y respiratoria de la población será mejor cuantos más bajos sean los niveles de contaminación del aire.